Historia 1.5 Pokémon, Capítulo 31

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Capítulo 31: Un nuevo encontronazo de hierro.

Nuestros héroes se encontraban a bordo del ferry que les llevaría hasta la siguiente isla, Isla Ortem, famosa por sus videntes y lecturas del pasado y del fututo.

-Ya tengo dos cintas. Me faltan aún tres para participar en el Gran Festival.

-Verás cómo las consigues. Lo has hecho muy bien hasta ahora.

-Ahora debemos ir a Pueblo Mora a por mí siguiente medalla de gimnasio.

Aquella misma mañana arribaron en el puerto Mora de la isla.

Jorge estaba muy ilusionado con su nuevo combate de gimnasio pero todo se iba a manchar.

-¡Mirad! Son Tenia y sus secuaces.

-¿Otra vez la mujer esa que nos encontramos en Isla Energética? ¿Qué querrá ahora?

Tenía, su Metang brillante y sus seguidores tomaron un camino que se apartaba un poco del pueblo hacia una montaña próxima. Jorge y compañía los siguieron.

-Esta es la entrada a la Cueva del Tiempo. Vamos Metang, Puño Meteoro- el pokémon obedeció y de un puñetazo rompió la roca de la falda de la montaña, dando a ver una cueva- Perfecto, todo marcha como lo planeamos.

Cuando nuestros amigos iban a dar el paso para perseguir a Tenia, un hombre de unos cuarenta años les dio el alto. Tras su gabardina gris apareció un Medicham.

-Guau un Medicham.

-<<Medicham pokémon de tipo Lucha-Psíquico y evolución de Meditite. Son especialmente conocidos por su fuerza de voluntad, su agilidad y su potencia con las artes marciales. Parte de esa agilidad procede precisamente de sus meditaciones, que le dan el poder de llegar a prever los movimientos del enemigo>>

-Esta es una zona restringida. Solo se permite la entrada a altos videntes y maestros psíquicos.

-Perdone señor pero es que estábamos siguiendo a una banda de malas intenciones que ha entrado en aquella cueva.

Medicham de Agon

-¡¿Cómo?! ¡¿En la Cueva del Tiempo?! ¡Nadie puede entrar en esa cueva! ¡Solamente la Gran Sacerdotisa puede abrir la puerta de piedra!

-Pues Tenia la ha abierto sin problema alguno…

-Venga Medicham, debemos defender a la sacerdotisa.

-Nosotros le acompañaremos.

-No me he presentado. Mi nombre es Agon y este es mi compañero Medicham.

-Hola yo soy Jorge.

-Yo me llamo Hipo.

-Encantada, soy Carla.

-Y mi nombre es Raúl. Un placer.

Agon y los cuatro jóvenes entraron en la cueva. Los pilares que sujetaban el techo poseían relieves antiguos y en las paredes se podían observar ciertas inscripciones de Unown.

Uno de lo Unown gravados
en la pared

-Cuidado con las paredes y las columnas. Esos relieves son muy antiguos y no deben ser profanados ni dañados.

-Así que estos son los Unown.

-<<Unown pokémon de tipo Psíquico. Viven en ruinas aunque también se les ha visto en una dimensión desconocida. Van siempre en manada y casi nunca se separan>>

El eco de un estruendo llegó hasta los odios de nuestros amigos.

-Démonos prisa. Tenia ya está haciendo de las suyas.

El túnel les llevó hasta una estancia natural escavada en la montaña. Varias antorchas la iluminaban. Algunas estatuas y relieves la decoraban con motivos de tiempo y poderes psíquicos. Al fondo un altar de piedra con un candelabro de plata y una esfera brillante emplazada en una delicada estructura del mismo material que el candelabro. Detrás la sacerdotisa que había nombrado Agon acompañada de un Xatu que parecía estar en una especie de trance.

-Este es un lugar de culto y meditación. Os ruego que os marchéis.

-Mi Metang no falla dos veces seguidas. El próximo ataque ira directo a usted y no a una estatua.

-No perturben la paz de este lugar- apuntó la sacerdotisa en un tono de voz sereno.

-Solo le he pedido la Esfera Temporal. Sin embargo mi paciencia se agota. ¡Metang Puño Meteoro!

-¡¡Medicham Patada Salto Alta!!

Metang fue frustrado en su intento de atentado y quedó incrustado en la roca.

-¡Vosotros otra vez! ¡Deshaceros de ellos mientras robo la esfera!

Los tres hombres de la vez anterior sacaron sus Beldum. Del primero se ocupó Hipo, que seguía sintiendo una rabia hacia ellos de grandes proporciones.

-¡Flaaffy adelante!

-¡Beldum Derribo!

-Flaaffy Esporagodón- la nube de pelusa cegó a Beldum y a su entrenador- ¡Rayo!

Mientras, Raúl se ocupaba de otro Beldum.

-Poliwhirl Demolición.

-¡Beldum esquivar y Derribo!

-Levanta Poliwhirl. ¡Burbuja!- las burbujas bala hicieron diana en Beldum.

Carla no se quedó atrás y atacó de inmediato al tercer Beldum.

-Donphan Desenrollar.

-Derribo Beldum.

Los dos pokémon recibieron daño por el golpe.

-¡Rápido Beldum, Derribo!

-¡Rizo Defensa para protegerte y ataca con Golpe Roca!

Agon y Jorge se dirigieron al altar para proteger a la sacerdotisa y al Xatu.

-¡Sois unos entrometidos! Ahora entiendo a Rock- eso dejó un poco perplejo a Jorge- ¡Metang lánzalos con Psíquico!

Jorge, Agon y Medicham cayeron de espaldas en el frio suelo de piedra.

-¡Medicham Puño Fuego!

-Adelante Gardevoir, Psíquico- antes de que Medicham llegara a su objetivo, Gardevoir le desvió potentemente.

-¡Eso no es justo! Vamos Meditite, Poder Oculto- las esferas creadas hicieron caer a Gardevoir.

-¡Metang Puño Meteoro y Gardevoir Bola Sombra!

-¡Medicham para a Metang con Psíquico!

-¡Meditite destruye esa Bola Sombra con Puñodinámico!

Los dos pokémon de Tenia fallaron estrepitosamente en sus ataques.

-¡Me la llevaré!- en cuanto Tenia tocó la brillante esfera recibió una descarga y fue lanzada por los aires- ¿Pero qué demonios…?

-Solamente la sacerdotisa puede tocarla.

Xatu de la sacerdotisa

-¡Eso lo veremos! ¡Gardevoir Bola Sombra!- la bola oscura destruyó el altar pero la Esfera del Tiempo se mantuvo en su sitio levitando- ¡Maldita sea!

-¡XA! ¡XATU! ¡XA!

-¡En el peor momento!- una angustia invadió a la sacerdotisa cuando oyó y vio gesticular a su Xatu.

La Esfera del Tiempo brilló intensamente y creó un portal que engulló a Tenia, a Agon y a Jorge.

-¡Jorge!- gritaron Hipo, Raúl y Carla.

Cuando Jorge abrió los ojos se encontraba en el gimnasio de Ciudad Celeste, en Kanto. Un Blastoise le atravesó como si nada. Con la impresión Jorge cayó al suelo.

-¿Dónde estoy?- ante él se encontraba otro él, algo cambiado como si tuviera uno o dos años más, acompañado de Sealeo y otro entrenador y su Blastoise- Creo que me duele la cabeza- Alguien le cogió del brazo, se trataba de Agon.

-Vamos muchacho.

Salieron de Ciudad Celeste corriendo y se pararon junto al Monte Moon.

-¿Qué ha pasado Agon?

-La Esfera se ha activado y nos ha proyectado al futuro.

-¿Un viaje en el tiempo?

-En efecto.

-Pero me he visto en ese gimnasio combatiendo contra…

-Eso ahora no importa. Debemos perseguir a Tenia antes de que haga algo que cambie el futuro.

-Pues como sea como nosotros… no creo que haga nada.

-Nosotros somos solo una especie de holograma que nadie ve porque existe nuestro yo en el futuro. Sin embargo Tenia, por alguna razón, ha aterrizado con su cuerpo.

Corriendo como si alguien les persiguiera entraron al Monte Moon siguiendo la pista a Tenia.

-Es curioso que Tenia haya venido de inmediato aquí. Es posible que conozca la leyenda del Monte Moon.

-¿Cuál leyenda?

-Se dice que un grupo de Clefable custodian el Polvo Resucitador. Al parecer ese grupo de Clefable vino del espacio con una caja que contenía ese polvo milagroso.

-Creo que es lo que quiere hacer Tenia. Esta aliada con el Jefe Rock, un malhechor que nos atacó con un Rayquaza oscuro y que intentó destruimos con mucho esfuerzo.

-Lo recuerdo. Salió en todas las televisiones ¿Me estás diciendo que esa mujer pretende resucitar ese engendro de pokémon?

-Es mi hipótesis.

-Pero esa especie de polvo es solo una leyenda. Si ha venido al futuro, en vez de ir al Monte Moon de nuestro presente, es porque pretende no solo obtener el polvillo y llevar a cabo sus planes sino también aprovechar la ocasión para cambiar nuestro destino. Si algo cambia aquí repercutirá de alguna forma en nuestro tiempo.

-No entiendo nada de nada…- respondió Jorge con cara de confundido.

-Busquémosla.

Con cierta facilidad se toparon con Tenia, que se encontraba mirando una pared de uno de los túneles del Monte Moon.

-¿Tú crees que nos verá?

-Os veo y escucho sin problemas. Venimos del mismo tiempo. Mis ojos y oídos pueden detectaron sin problemas aunque el resto del mundo no lo haga.

-Sabemos lo que buscas y no lo permitiremos.

-¿Y qué vais a hacer vosotros? Solo sois unos fantasmas sin cuerpo. ¡Metang Puño Meteoro!- la roca era demasiado dura y apenas surtió efecto el puñetazo- Continúa con Puño Meteoro.

-¿Qué hacemos Agon?

-La única posibilidad que nos queda es entrar en nuestros cuerpos de ahora. Pero yo seguramente me encuentre en las Islas Batalla en mi gimnasio de Pueblo Mora.

-¿Gimnasio? ¿Tú eres el líder?

-¡Eso ahora da igual Jorge! Debes volver a Ciudad Celeste y entrar de alguna manera en tu cuerpo futuro.

Corriendo como nunca en su vida, Jorge volvió al gimnasio Celeste y entró en su cuerpo futuro.

-¿Estoy dentro?

-¿Cómo dices?- los jóvenes que estaban con Jorge se quedaron un poco extrañados con lo que había dicho.

-¡Estoy dentro!

-Me parece que Jorge se ha vuelto loco.

-Es una larga historia. Debo ir al Monte Moon. No tardaré mucho, tranquilos.

Otra vez corriendo como alma que lleva el diablo, regresó al Monte Moon.

Tenia ya había conseguido hacer un gran boquete en la roca pero no lo suficiente ancho como para poder entrar.

-¡Vamos Jorge! ¡Detenla! ¡No queda mucho tiempo para volver a nuestro tiempo!

Jorge miró en su mochila en busca de la ball de sus pokémon. Solo había dos- ¡Adelante!

Sealeo y Cynda salieron de su ball rápidamente.

-¿Cómo has conseguido eso? ¡Adelante Gardevoir!

-Hay pokémon que nunca se cambian. ¡Sealeo Rayo Hielo! ¡Cynda Lanzallamas a Metang!

Un pequeño destellito surgió en la estancia.

-¡Se me acaba el tiempo y no he cogido el Polvo Resucitador! ¡Gardevoir échalos atrás con Psíquico! ¡Metang continúa con Puño Meteoro en la roca!

-Sealeo y Cynda levantad. Cynda Lanzallamas a Metang. Sealeo Ventisca.

Toda la pared se cubrió de nieve y hielo. El destello cada vez era más intenso.

-¡Terminemos esto con Bola Hielo y Rueda Fuego!

Justo cuando los dos pokémon chocaron, Jorge salió de su cuerpo futuro y el portal temporal los tragó nuevamente.

Cuando Jorge y Agon volvieron en sí, Tenia y sus secuaces habían huido ya.

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