Capítulo 51: En busca del Jefe Rock.
Sin perder el tiempo, el sargento de la
Isla de la Liga Pokémon les llevó hasta la comisaría. Los líderes del Alto
Mando les acompañaban.
-Según me acaban de informar, el Jefe
Rock continúa en paradero desconocido. Sin embargo, no ha salido de la región. Todos los accesos
a Caroshm por tierra, mar y aire están bloqueados con agentes.
-Debemos actuar. Separémonos para
encontrarle.
-Este es el plan- el sargento sacó un
gigantesco mapa de la región- Jorge e Hipotenusa os ocupareis de esta zona.
Iréis a pie de tierra con nuestros Arcanine.
-Entendido.
-Carla y Terrón os ocupareis del espacio
aéreo de esta otra zona. Tenéis a vuestra disposición nuestros Crobat.
-Me uniré con mi Flygon- apuntó Terrón.
-Raúl y Nitro, vosotros tenéis el
dominio de los mares de la región.
-¿Todo el mar?- se sorprendió Nitro
viendo el mapa.
-Os ocupareis de la costa.
-Que consuelo…
-Con mi Wailord será más rápido.
-Norma será vuestro enlace en central.
Ella se ocupará de todas las comunicaciones.
-Mi voz será vuestros ojos cuando sea
necesario- señaló Alto Mando Norma.
-Recordad que solo buscamos indicios y
pruebas de donde puede esconderse. No os metáis en combates si veis algún
secuaz del Equipo Rock o al Encargado. ¿Está todo entendido?
-¡SÍ!
-Pues tened mucho cuidado y suerte.
Todos se dirigieron a las zonas que les
habían asigando.
-Central, aquí Raúl. Nitro y yo no vemos
nada en los alrededores de Ciudad Rocosa.
El famoso faro de la ciudad estaba
tristemente apagado y las calles desiertas.
Carla y Terrón se encontraban
sobrevolando Ciudad Patóloga. Al igual que Ciudad Rocosa, la gente se escondía
en sus casas y las empresas de investigación y demás trabajos y negocios se
mantenían cerrados a cal y canto.
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Arcanine prestados a Jorge e Hipotenusa |
Jorge e Hipotenusa, montados en dos
veloces Arcanine, pasaron por Ciudad Aguamarina y rodearon el Bosque Verdinegro.
-Me alegro tanto de que hayas llegado
hasta el Campeón en la Liga. Tus pokémon y tú habéis trabajado muy duro. Os
merecíais ganar.
-Yo estoy contento para ser mi primera
liga. Seguro que mis padres están muy contentos porque lo habrán visto por la
televisión. Estoy deseando ir a Pueblo Arcoíris para celebrarlo con ellos.
De pronto, un Donphan salvaje y muy
malhumorado derribó ferozmente a Jorge y a su Arcanine, lanzándolo a varios
metros de distancia.
-¡Jorge! ¡Arcanine contraataca con Lanzallamas!
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Donphan salvaje |
Donphan huyó rodando del lugar
atemorizado por el chorro de fuego de gran envergadura.
Hipotenusa, asustada y con ojos humedecidos
al no ver a Jorge, se bajó de su Arcanine y comenzó a buscarle. Miró a
izquierda y derecha y no lo vió a su alrededor.
Tras ver al Arcanine de Jorge debilitado
entre unos arbustos, poco después pudo ver a su amigo debajo de un árbol. La
corteza estaba rota y las hojas y pequeñas ramas estaban rodeándole.
-Jorge…- la joven chica casi no podía ni
vocalizar de la angustia que tenía en el cuerpo.
-Me duele mucho la tripa…
-Iré a pedir ayuda.
-¡NO! No te vayas…- Jorge agarró fuertemente
la mano temblorosa de Hipotenusa.
-Tranquilo, tranquilo, no me moveré de
tu lado- rebuscó en su mochila, recordaba perfectamente que el sargento de
policía les había entregado un walkie talkie que ellos no habían usado aún- ¿Hola?
¿Hay alguien ahí?
-Yo te escucho, soy Norma. ¿Ocurre algo
Hipo? Te oigo muy nerviosa.
-¡Han herido a Jorge! Envíanos ayuda
cuanto antes al Bosque Verdinegro. Estoy viendo varios Donphan a nuestro
alrededor. Norma por favor date prisa, está muy mal y yo no puedo con todos
estos Donphan…- Hipotenusa no pudo emitir ninguna palabra más y rompió a
llorar.
-¡Recibido Hipo! ¡Alerta a todas las
unidades! ¡Código rojo en las afueras del Bosque Verdinegro! ¡Jorge ha sido
herido y se necesita ayuda para apaciguar una manada de Donphan!
-Carla, ¿lo has oído?- Terrón y Carla
acababan de oir el código rojo.
-Sí, querido. Debemos ir de inmediato al
Bosque Verdinegro.
De la misma manera, Raúl y Nitro oyeron
la alerta. Ellos eran los que más cerca se encontraban y llegaron en pocos
minutos junto con sus Poliwhirl y Crawdaunt respectivamente.
-¡Lunatone Lanzarrocas! ¡Sealeo Pistola
Agua!- la atemorizada joven intentaba al menos proteger a Jorge de los Donphan.
-¡Ya estamos aquí Hipo! ¡Vamos Poliwhirl
Burbuja!
-¡Crawdaunt Martillazo!
-¡Raúl!
-No te preocupes la ambulancia está de
camino- Raúl tranquilizó a una preocupada y temblorosa Hipotenusa.
-Está muy mal Raúl… Muy mal…
Uno de los Donphan se dispuso a utilizar
Desenrollar contra ellos.
-¡Poliwhirl Demolición!- el pokémon de
Raúl lo paró en seco con su mano estendida- ¿Qué demonios les pasa?
-¡Crawdaunt continua con Martillazo! No
podemos permitir que se acerquen.
-Lunatone y Sealeo, volved. Intentad
descansar- pero el pokémon de Jorge salió nuevamente- Tú también estás muy
preocupado…
-Me parece que tengo una idea para
aguantar hasta que lleguen todos los refuerzos- Raúl rebuscó en la mochila de Jorge-
¡Adelante Porigon2! Usa Protección para cubrir a Jorge- una gran campana
protectora rodeó a Jorge y a Hipotenusa.
-¡¡AH!!- un Donphan se estampó de lleno
contra la el escudo defensivo asustándoles.
-¡Poliwhirl vuelve a la ball!- el
pokémon estaba agotado y machacado por los Donphan- ¡Malditos seáis! ¡¡Adelante
Wailord Salpicar!!- algunos Donphan abandonaron su propósito y huyeron tras
recibir un buen remojón.
Porigon2 no pudo contener más los
Desenrollar y cayó agotado. La campana defensiva se desvaneció.
-¡AH!
-¡Dragoaliento!- el pokémon salvaje que
intentó aprovecharse de la falta de escudo protector fue debilitado por Terrón
y el aliento de su Flygon,
-Ya estamos aquí queridos- ella, Raúl,
Terrón y Nitro formaron un estrella de cuatro puntas en torno a Jorge e
Hipotenusa- ¡Vamos Espeon! ¡Inicia una ráfaga de Rapidez!
-¡Wailord Hidrobomba!
-¡Flygon Dragoaliento!
-¡Crawdaunt Rayo Burbuja!
Uno a uno todos los Donphan se
encontraban debilitados o habían huido. Cuando llegó la ambulancia, el lugar
estaba libre de amenazas.
-Señorita deje que nos ocupemos
nosotros- el paramédico separó a Hipotenusa, que no había parado de abrazar a
Jorge- ¿Qué le ha ocurrido?
-Un Donphan nos atacó… Antes de que
perdiera la consciencia me dijo que le dolía mucho la tripa…- consiguió
contestar Hipotenusa todavía temblorosa.
Otro de los paramédicos le palpó la zona
del vientre y el tórax- Creo que tiene varias costillas rotas. Debemos de
llevarlo cuanto antes al hospital. Ponerle una vía y monitorizarlo- al
conectarlo al monitor portátil las constantes de Jorge bajaron drásticamente- ¡Está
en parada! ¡Debe tener una hemorragia interna!
-Toma el desfibrilador.
-No puede ser…- las lágrimas de Hipotenusa
le inundaban las cuencas de sus ojos y las mejillas hasta la barbilla.
-¡Carga a doscientos! ¡Apartaros todos!-
el cuerpo de Jorge se sacudió con la descarga eléctrica pero sin ningún
resultado- No remonta…
Raúl y Carla no pudieron evitar las
lágrimas al verlo.
-¡Carga otra vez! ¡Fuera!- el cuerpo de
Jorge volvió a sacudirse sin éxito.
-Jorge no te mueras… no me hagas esto
por favor… ¡¡Te quiero!!- Hipotenusa lo gritó con todas su fuerzas y se
derrumbó cayendo de rodillas en el terreno.
-¡Carga a trescientos! ¡Fuera!- el
paramédico no quería rendirse.
Carla, abrazada a Raúl, no podía ni mirar
ni parar de llorar. Hipotenusa no quería levantar la cabeza.
-No lloréis… os queda… mucho tiempo… por
aguantarme…- Jorge, con un hilo de voz, intentó calmar a sus amigos.
-¡Jorge!- Hipotenusa levantó la cabeza y
pudo ver como la miraban los ojos verdes de Jorge. Se puso en pie y le abrazó-
Te quiero, te quiero, ¡te quiero!
-La tensión remonta. Por poco te
perdemos chico.
Con gran eficacia y rapidez, subieron a
Jorge a la ambulancia y lo llevaron al Hospital de Ciudad Petunia. Hipotenusa
no soltó la mano de Jorge en todo el trayecto.
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