martes, 12 de abril de 2011

La tele de Tubo

Todos, o casi todos los que hemos vivido en los 90 y más allá han vivido el cambio tecnológico que de alguna manera mis padres y los padres de las generaciones del 80 y 90 tuvieron que vivir. Ellos conocieron el nacimiento de la televisión con dos canales, el uhf, y nosotros el nacimiento de nuevas cadenas cuando pensábamos que solo podía haber 5, 6 contando el plus codificado. Nuestros padres también vivieron el paso al color y nosotros el paso al HD, pero ahí no queda la cosa porque también nosotros hemos visto el paso a la pantalla plana, el TDT, las 3D, Youtube, las series en internet, televisión en el móvil y un largo etc. que han convertido a esta generación en la mas tecnológica que haya habido antes.

Pero estoy seguro que muy pocos levantaran la mano si pregunto ¿Cómo funciona la tele? ¿Cómo llega la señal del estudio a mi casa? ¿Qué es exactamente el TDT? Para eso precisamente comienzo esta sección donde explicare todas estas cosas para que podáis llegar luego y fardar con vuestros amigos.

La historia de la televisión es bastante larga y llena de contenido que a mi n o me parece interesante, en resumidas cuentas durante varias décadas se intento encontrar un método de transmitir imágenes en movimiento y el invento que día el primer paso fue el disco de nipón, este consistía en un disco con una serie de agujeros situados en espiral que permitía pasar la luz de la imagen escaneada, después unos sensores recogían esta información y después otro disco emitía esa luz recogida. La idea era buena pero en este caso la resolución de la imagen quedaba limitada a él nº de agujeros y además la velocidad necesaria y la tecnología óptica no estaban al nivel necesario para que funcionase, en cualquier caso este disco dio el gran paso para televisión moderna.

Aunque el invento de nipkow era brillante, pero sería necesario el desarrollo de dos cientificos, Vladimir Zworkyn y Philo Taylor Farnsworth, para poder empezar a ver la tele, en este caso la palabra clave era iconoscopio.



El iconoscopio es eso que vemos arriba. Y ¿Cómo funcionaba? pues este cacharro lo que hacía era dejar pasar la luz de la imagen hasta una placa fotosensible que dividía imagen en muchísimas partes, pixeles. Después un rayo de electrones cargaba la placa haciendo que cada pixel retuviera una carga proporcional a la luz que le llegaba convirtiendo así una imagen en una señal eléctrica.

Poco después en 1927 se emitió en Inglaterra la primera señal de televisión emitida de forma mecánica a través del invento de nipkow y en 1930 en USA. Estas emisiones no estaban programadas asique podías esperar a ver que salía todo el día. Después en 1936 se comenzó a emitir de forma programada en Inglaterra y en 1939 en USA. Después se paró la emisión durante la 2ª Guerra mundial.

Pero fue en 1937 en Francia donde comenzaría la emisión de televisión que todos hemos visto, la televisión electrónica basada en el invento de Fansworth y Zworkyn, el iconoscopio y el tubo de rayos catódicos.

Este tubo lo que hace básicamente es estampar electrones contra fosforo que reacciona iluminándose. El tubo, más concretamente la tarjeta grafica de la televisión reconoce la señal de video que el iconoscopio le ha mandado y sabe en que posición debe mandar un electrón para que este encendido ese pixel o que no llegue y este apagado. 

Por ejemplo mandamos una señal de una  manzana fija, pues el iconoscopio separa esa manzana en pixeles y las transforma en señales eléctricas, entonces la señal es que la esquina superior izquierda va de blanco por el fondo, pues la tarjeta gráfica del tubo coge y no manda un electrón y sigue llenado fila a fila hasta completar la imagen, pero luego no se queda ahí porque nuestra manzana se mueve a la derecha entonces el barrido de electrones que manda la señal una vez acabadas las filas vuelve a empezar y así hasta volver a llenar las filas de la pantalla, pero esto pasa tan rápido que nos parece que nuestra manzana se mueve con total fluidez. Algún listo estará pensando ¿Pero en la tele en blanco y negro vale o llega o no llega el electrón, pero y luego con el color? Buena pregunta, En ese caso el punto donde llega o no el electrón está formado por tres puntos, unos rojo, otro verde y otro azul, colores primeros que combinándolos en diferentes proporciones pueden dar todo el espectro luminoso, y para los poliglotas, rojo=red, verde=green y azul=blue, es decir red green blue o RGB, seguro que a alguno le suena ¿verdad?

El proceso de transformar la imagen y emitirla comienza separando la imagen es diapositivas, o cuadros, y después en líneas... El valor necesario para que el ojo humano no note el salto entre cuadros se haya de forma experimental y el valor es de 24, aunque se suelen usar 25 o 30 por diferentes motivos y de la misma forma se vio que el numero de líneas debía ser superior a 300. Ahora que sabemos cómo funciona vamos a ver los dos métodos más extendidos de emisión PAL y NTSC. El PAL se utiliza en España gran parte de Europa, África, Asia y casi toda América del sur. El NTSC se usa en Francia todo norte América y parte de América del sur. Algunas de las diferencias entre ambos sistemas son el número de cuadros y el número de líneas. PAL 25 cuadros y 625 líneas, el NTSC 30 cuadros y 525 líneas.

Ahora la imagen ya nos llega pero el televisor pero el sonido va aparte aunque eso ya es otro tema distinto.

Ahora ya tenemos una idea bastante aproximada de cómo funciona una tele de digamos entre los 80 y 90. En la siguiente entrega veremos lo que es la carta de ajuste, el teletexto y veremos que es el HD.

viernes, 8 de abril de 2011

Las sombras de la ciudad VIII


VIII

Al llegar las marcas de la llegada estaban bastante claras, un frenazo y marcas de derrape, llegó con prisas. Mire al teja y vi que no era mi opción más segura, pero una de las ventanas del segundo piso me abrió la nueva ruta. Escale y entre por la ventana, era una de las salas que había visto en mi anterior visita, sabia donde ir y como encontrarle, pero esta vez se iba a enterar de con quien jugaba.

Me escondí en las escaleras, pegado al muro, y analicé la situación. Al parecer había habido reformas. El piso de la tarima ahora estaba distribuido de forma diferente.

Habían colocado la tarima junto a la pared y habían puesto un trono encima y detrás un toro de Osborne robado, de los de las carreteras. En el centro de la sala ahora había una mesa muy grande donde habían montado un laboratorio de drogas, pero estaba vacío, debieron ir todos a la discoteca. 

En el trono el toro estaba sentado y parecía muy seguro de si mismo, tanto que me pareció que guardaba un as en la manga y no sabia cual. 

Busqué a Lucia pero no estaba por ningún lado y me preocupaba bastante. Finalmente El toro habló.

-Se que estas ahí sal de una vez.-Su voz grave hacía que los instrumentos de vidrio de la mesa vibraran. 

Comencé a caminar y entre al centro de su particular sala del trono, dejando la mesa entre él y yo.

-¿Dónde está?-Dije
-sabes porque no te he dejado que entraras por donde la otra vez.
-yo no quise entrar por ahí, use una ventana que…
-Estaba abierta en el segundo piso, que yo mismo abrí.-
-Y entonces porque no me has dejado según tu.
-Porque no quería que vieras tu sorpresa antes de tiempo-y señalo hacia el techo.
Allí colgada de una cuerdas pendía el cuerpo de Lucia sin moverse, como si se tratara de un macabro maniquí.

Mi ira crecía y tenía ganas de liberarla allí mismo. Me lancé hasta el toro saltando desde la mesa pero de un puñetazo me hizo chocar contra el suelo y sentí que mi herida se volvía a abrir. 

-Esta vez no te lo voy a poner tan fácil. ¿Sabes?

Corrí de nuevo e intenté encajarle algún golpe pero ninguno atinaba a darle, todos los esquivaba o paraba sin problemas, parecía invencible, asique habría que tomárselo mas en serio. Se levante y se puso entre la mesa y su trono para pelar en serio.

Esta vez no corrí, me acerque y comencé a lanzar directos y esquivar o desviar sus golpes, el ritmo era frenético y no estaba en forma como para durar demasiado asique necesitaba algo que me diera ventaja y lo más cera era la mesa. Esquive un par de directo hacia mi cabeza, me agache, le barrí una pierna y pude continuar con mi plan.
Me escabullí y me acerque a la mesa. Le lancé un vaso a la cabeza y se protegió con los brazos, detrás me lancé yo y le embestí con todas mis fuerzas. Me choque con esa pared de ladrillos vestida como un toro y cayó al suelo dándose en la cabeza con el borde de su tarima y perdiendo el sentido. Por suerte funciono, pero no me sentía a gusto con mi victoria. Después corrí al tejado y subí el cuerpo de lucia. Al desatarla me esperaba lo peor posible, pero mis miedos se disiparon al ver que respiraba, que solo estaba inconsciente. La baje del tejado y la cargué a mis espalda. Durante el camino a su casa no se despertó pero en mi cabeza el recuerdo de lo que sentí antes de ver que vivía, cuando pensé quela había perdido, no me lo podía perdonar, como me podía perdonar que saliera herida de este asunto. La subí a su cuarto, aun no habían llegado sus padres, después la metí en la cama y le dejé una nota. Salí de su casa como había entrado el primer día, de la misma forma que nunca debí haberlo hecho, a donde jamás volvería a entrar.

viernes, 1 de abril de 2011

Las sombras de la ciudad VII


VII


Algo, que intuí era una furgoneta con una forma muy muy extraña, atravesó la puerta delantera y arrolló a varias personas que no consiguieron echarse a un lado a tiempo. Cuando el polvo se asentó por fin vi que lo que había atravesado la pared era una furgoneta negra que llevaba en el frontal un armazón de acera soldado imitando a unos cuernos de toro.  El lateral de la furgoneta se deslizo abriendo la puerta lateral por la que aparecieron unos cuantos hombres vestidos de negro con cascos imitando cuernos de toro, y detrás de todos el mastodonte conocido como “El toro” vestido de licra negra y con el casco con cuernos pero estos aun más grandes que los de los secuaces. 

No pude verme la cara, pero seguro que en ese momento tendría la misma que la de todo el local, perplejidad absoluta. Primera la gente se río de ellos, pero en cuanto los secuaces dispararon, la gente pareció entender el mensaje. Esto es en serio.

Mire a mi alrededor e intenté ver por donde salir, cambiarme y actuar, pero me cruce con la cara de Lucia que con los ojos me suplicaba que me quedara con ella, que estaba aterrorizada. A regañadientes me quede, pero lo que iba a pasar después sí que me pareció surrealista.

Mientras “el toro” gritaba tonterías sobre que se iba a quedar con la ciudad y que ahora le tomarían en serio la cristalera del tejado saltó por los aires, yo cogí a lucia y la cubrí con mi cuerpo y aproveche la situación para saltar la barra y esconderla allí fuera del peligro. La dije que se quedará allí y que no saliera por nada del mundo hasta que yo volviera a por ella. 

Mire por encima de la barra y por el hueco que daba a los pisos superiores aparecieron tres cuerdas por las que aparecieron tres personajes de lo mas extraños, uno iba de amarillo y Rojo chillón, otro vestido como de soldado con boina y por ultimo una mujer vestida con una especie de bañador de una pieza y capa. Totalmente ridículos.
Empezaron a decir

-Somos la liga anticrimen y venimos a detenerte malhechor.-Dijo el tipo de colores chillones.
El toro se rió en su cara y les pregunto que quien leches eran ellos.
-Yo soy Loro salvaje, el es el sargento anticrimen y ella la dama negra.
Las risas de los secuaces fueron más que sonoras y con razón. 

Yo mientras conseguí salir por detrás de todos hasta la parte de atrás de edificio, y vi las cuerdas que habían usado los tres pintamonas para subir al tejado, subí yo también y me cambié, luego entre a la sala del dueño donde estaba escondido bajo la mesa. Cogí una de las cuerdas de dentro y vi como abajo los tres locos se enfrentaban a los secuaces y he decir que tenían estilo y sabían lo que hacían pero para acabar con uno tardaban demasiado por hacer posturitas o invocar sus técnicas de superhéroe, véase “picotazo de loro”, “puñetazo anticrimen” o “patada negra”.

Espere algún momento con menos tensión para aparecer pero los acontecimientos me obligaron a bajar antes de lo previsto. Uno de los secuaces tenía a alguien agarrado como rehén del pelo, Lucia, y la arrastraba hasta la furgoneta. Me enganche como pude y me deje caer quemándome los guantes y parte de las palmas de las manos. Al caer el silencio inundó la sala y podía ver el terror en los ojos de los secuaces que tenía cerca, sabían de lo que era capaz. 

El jefe les mando atacarme y corrió a la furgoneta. Empecé a quitármelos de encima de tres en tres, cogía al primero, esquivé su ataque, le partí el brazo y le lancé a los otros dos, estos le pararon y antes de poder buscarme ya estaba volando hacia su cabeza y dejándoles inconscientes en el suelo. El ritmo fue frenético, ni siquiera pensé lo que hacer me dejaba llevar por mis instintos y camine en línea recta hasta la furgoneta, sin impórtame el daño que causaba ni cuanto les doliera. Antes de poder llegar me agarraron dos por la espalda y le dieron tiempo al jefe ea escapar en su trasto. 

Fui a liberarme de los atacantes pero otro secuaz me sorprendió por delante y me dio un directo al estomago que me dejo sin respiración, después otro a la cara, estaba casi inconsciente, pero me sujetaban para tener a tiro, después una patada al costado que juraría que me rompió alguna costilla y finalmente me iban a quitar la máscara. Antes de que pudieran quitármela como tres rayos aparecieron los tres locos de los disfraces chillones y se encargaron de los tres atacantes. Caí al suelo y respiré como pude, el dolo del costado parecía disminuir y no parecía roto nada. Cuando pude levantarme los tres héroes estaban atando con presillas de plástico a los secuaces y poniéndoles contra una pared. En un momento dado mire al loro y nos cruzamos la vista, con un leve asentimiento deje ver mi gratitud y sin mas palabra salí corriendo, No hacían falta palabras sabíamos que nos veríamos y que ajustaríamos cuentas algún día. 

La carrera no duró mucho ya que la furgoneta había desaparecido de la vista y no me iba a parar a preguntar a los jóvenes de por allí. Pero mi respuesta llego en forma de moto y mi camino por las sirenas de la policía. Cogí la moto y como pude la manejé. No tenía carnet pero había leído como hacerlo, claro que de la teoría a la práctica hay un gran trecho que no se salva así como así. 

Finalmente dominé las marchas y aceleré hasta ponerme a la altura de un coche de policía que iba con sirenas y mucha prisa. Al llegar a su lado los dos ocupantes se fijaron en mí, me acerque por la derecha y el copiloto abrió la ventanilla.

-¿Pero dónde vas?-dijo bastante preocupado, luego me miró bien y me reconoció, su cara paso a ser dura y seria, casi de enfado.-Oye chaval es nuestro curro, vete a casa y deja que hagamos lo que tenemos que hacer.

Le fulminé con la mirada y tragó saliva. 

-Si hubierais hecho vuestro trabajo bien desde el principio hoy no tendría que hacerlo por vosotros.

Pise a fondo y desaparecí entre los coches que circulaban por la ciudad, finalmente sin saber dónde ir, recordé donde había estado ese sitio antes, sabía que no era muy listo asique era mi primera y mejor opción. Por suerte acerté pero no sabía lo que me esperaba.