Capítulo 8: Ciudad Aguamarina, la belleza en estado líquido.
-Mareep
Impactrueno.
-¡Pidgey
esquivar!- el pájaro lo eludió con su caracteristica velocidad sin recibir ni
un solo daño- Bien hecho. Ahora Spheal Rayo Aurora- a eludir con gran elegancia
y eficacia. Además, Spheal había conseguido perfeccionar aquel rayo arcoíris-
¡Muy bien los dos!
Vigoroth
y Poliwhirl practicaban los puños mientras Squirtle y Elekid ayudaban a Cynda con la puntería y la perfección
de Lanzallamas.
Sin
embargo, el mayor reto para Jorge era su nuevo Nincada. El pokémon de tipo
Bicho-Tierra debería ponerse rápidamente al día. Los dos estaban frente a
frente mirándose.
-Esos
dos van a fundirse con la mirada.
-No
tengo muy claro lo que están haciendo o pretenden hacer, la verdad- señaló Hipo
con cierta intriga.
-Yo
tampoco lo sé.
-¡Nincada
Excavar y Garra Metal!- gritó Jorge de pronto y sus dos amigos y los pokémon
dieron un bote del susto. Nincada se ocultó debajo del terreno y a continuación
salió para destruir un enclenque árbol con sus garras reforzadas como el acero-
¡Muy bien!
-El
nuevo pokémon de Jorge desbordaba poder y ganas de combatir en el gimnasio.
¿Verdad Hipo?
-Yo
era líder y te aseguro que Nincada puede dar mucho juego.
Ciudad
Aguamarina contaba con una gran población, edificios muy altos que brillaban
con la luz y una fuente principal con un pokémon legendario.
-¡Guau!
¡Es un Suicune! Ojalá pudiera verlo.
![]() |
Suicune, la forma de la fuente |
-<<Suicune
pokémon legendario de tipo Agua. Cuentan que siempre que aparece un Suicune
soplan vientos del Norte. También se rumorea que puede purificar aguas turbias
y sucias>>
Una
estatua de Suicune coronaba la gigantesca fuente. Un chorro de agua emanaba de
la boca del pokémon legendario. El agua rebosaba por los cuatro costados de la
fuente y recorría una red de canales que había por toda la ciudad. Jorge dió un
sorbo en uno de los llamativos pasamanos de agua.
-¡Arg!
¡Qué salada!
Hipo
y Raúl se rieron- Esta agua proviene del Rio Salado. Nace en una montaña que su
interior está repleto de bloques de sal. De ahí su sabor.
-Gracias
por avisarme chicos…
-Será
mejor que pasemos por el Centro Pokémon antes de ir al gimnasio. Debes llevar
tu equipo al cien por cien de energías.
-Buena
idea Hipo. Así podré recoger también la máquina del Profesor Galache. Recordad
que el Profesor la dejó en el Centro Pokémon de la ciudad.
Entraron
en el gigantesco Centro Pokémon de cinco plantas después de andar por las
anchas avenidas con agua circulando a un lado y a otro. Jorge entregó las balls
de sus pokémon en el mostrador a la alegre enfermera.
-Además
quería recoger un paquete del Profesor Galache- apuntó Jorge deseando ver el
invento del Profesor Galache.
-¿Eres
Jorge, verdad?- respondió rápidamente la enfermera entregándole las balls a su
ayudante. En pocos minutos se los devolvío- Aquí tienes, tus pokémon revosan
energías. El paquete lo guardé por aquí… - la enfermera se agachó bajo el
mostrados buscando nuevamente la máquina- ¿Dónde lo puse? ¿Yo juraría…?
-¡¡¡Aaaaaaaaah!!!-
el chillido de Jorge resonó en todo el edificio y las personas que allí estaban
dieron un brinco del susto.
-¿Qué
ocurre? ¿A que vienen esos gritos? En este lugar hay pokémon que necesitan
descansar.
-¡Mi
Pokedex no está!- Jorge rebuscó en su mochila y se palpó todos los bolsillos-
La he perdido…
-Cuando
Miguel te empujó aquel día en la Cueva Magma, ¿recogiste todo lo que se te
cayó?- preguntó Hipo aún con el corazón en la boca del susto.
-Creo
que sí… No sé…
-¿Pero
no la sacaste en la Reserva de Pokémon?- preguntó Raúl viendo la preocupación
de Jorge en sus ojos.
-Me
parece que no. Usamos la de Hipo. Esa que se abre para arriba y es amarilla.
-Carla…
-¿Cómo
dices Hipo?
-Antes
de irse el Equipo Cirio, vi a Carla agacharse. Quizás fue para coger tu
Pokédex.
-Esa
Pokédex ha pertenecido a mi familia durante varias generaciones… ¡Es una
reliquia familiar!... ¿Qué voy a hacer?...- Jorge muy triste y derrumbado salió
del Centro Pokémon a paso ligero.
El
joven entrenador se sentó en el borde de una de las famosas fuentes de la
ciudad. Incluso le llegaban algunas gotas a su cazadora vaquera.
-Estás
aquí- Hipo y Raúl llegaron fatigados a la fuente- Te dejabas tus pokémon y la
máquina del Profesor Galache.
-Ah
sí…gracias chicos…
-Jorge
no te preocupes. No merece la pena ponerse triste.
-Raúl
tiene razón. Irremediablemente, nos cruzaremos otra vez con el Equipo Cirio, me
temo, y Raúl y yo sacaremos todos nuestros pokémon si es necesario para
ayudarte a recuperar la Pokédex. Debes recordar que no estás solo. Nos tienes a
nosotros y a tus pokémon- las palabras calaron muy hondo en Jorge, que recuperó
su estado de ánimo.
-Muchas
gracias- Jorge abrazó a sus dos amigos- No debo derrumbarme. ¡Debo seguir
adelante e intentar recuperarla!
-¡Bien
dicho!
-Pero
primeros vamos a comer- Hipo y Raúl cayeron al suelo escandalosamente al oir a
Jorge- No podemos seguir el camino sin recargar energías antes. Mi tío tiene un
restaurante aquí, en Ciudad Aguamarina. Yo os invito.
-Como
le cambia la cara de un segundo a otro cuando se habla de comida…
Tras
recorrer unas aceras adoquinadas y saltando algunos pequeños canales de agua,
nuestros tres amigos llegaron al restaurante. La fachada estaba ambientada en un
café del viejo oeste.
-¡Bueno,
bueno! ¿A quién tenemos aquí? ¡Si es mi sobrino preferido!- el hombre agarró a
Jorge como si fuera una pelea de sumo y le frotó el pelo con el puño cerrado- Y
parece que no vienes solo…
-Hola.
Soy Hipo.
-Yo
me llamo Raúl, encantado.
-Son
dos amigos míos. Los tres recorremos la región.
-¡Que
recuerdos…! Todavía me acuerdo de mi primera aventura pokémon… Lo pasamos bien,
eh- el tío de Jorge miró a un Wobbuffet.
-¡Un
Wobbuffet!- se sorprendió Hipo al no haber visto nunca uno tan de cerca.
![]() |
Wobbuffet del tío de Jorge |
-<<Wobbuffet pokémon de tipo Psíquico. Wobbuffet es conocido como el pokémon
que nunca ataca, sólo aguanta pacientemente los ataques del contrario, para
devolvérselos con más poder>>
-El
primer pokémon de mi tío fue un Wyanut, la preevolución de Wobbuffet. Ellos
consiguieron todas las medallas de Caroshm y llegaron incluso ante el Alto
Mando de aquel entonces.
-¡Eh!
Según lo cuentas parece que somos unos carcas del siglo pasado- los tres
jóvenes se rieron gratamente- Pasad por aquí. Tendréis hambre, ¿verdad? Por
favor, Wobbuffet preparalo todo.
-La
verdad es que sí, tenemos hambre. Muchas gracias.
-¡De
nada!- mientras decía esto a viva voz, abrazó a lo sumo a los tres entrenadores
cortándoles la circulación y sin poder respirar.
La
cómida típica de Ciudad Agumarina, sobe todo pescado aunque también carne, dio
paso al postre y fue cuando Jorge le explicó todo lo sucedido con la Pokedex a
su tío.
-¡¿La
Pokédex familiar?!
-Lo
siento… se me cayó al suelo… y me la quitaron… o eso creo…
-¡¿La
Pokédex familiar?!- el tío de Jorge no se creía lo que le estaba diciendo su
sobrino- ¡Esa Pokédex tiene más años que vosotros tres juntos! ¡Todos en
nuestra familia la hemos usado en nuestra primera aventura pokémon!
-¿Me
podrías prestar una mientras la recupero?
El
dueño del restaurante, a punto de desgarrarse la camiseta ancha y casi los
pantalones de nailon del enfado que tenía, rebuscó en uno de los cajones del
mostrador de la entrada.
-¿Dónde
estaba…? Yo sé que aquí había una…- el hombre comenzó a sacar cosas del cajón:
un ventilador portátil, unos folletos del restaurante, unos bolígrafos, un
teclado de ordenador,…
-¿Ese
cajón tiene fondo?- preguntó retóricamente Hipo mientras se disponía a probar
un magnifico tazón de natillas.
-¡La
encontré!- gritó el dueño del restaurante, asustando a todos los presentes.
Hipo tosió varias veces hasta que las natillas le salieron por la nariz.
-¡Aargh!
-A
mí se me ha quitado el hambre…- respondió Raúl separando su postre con la mano.
¡¿Cómo sacas a un Porygon en el fic?! ¿Estás loco? Me podría haber dado esquizofrenia como en aquel capítulo censurado D= xDDD
ResponderEliminar-“Este es el mapa de la región y este una Pokédex”
-¡Que útiles!- apuntó Jorge con ilusión.
-“Ninguno de los dos funciona”
LOOOOOOOOOOOOOL XD
jajajajajaj era epilepsiaa!!
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