Enlace Capítulo 32
Capítulo 33: El interior de la Gruta Sellada. La puerta se abre.
-Menos mal
que las sabías poner Miguel.
Jorge y
Raúl junto a Josep y los tres integrantes del Equipo Rock, el Encargado, Carla
y Miguel, se habían despertado después del duro aterrizaje en una estancia
también muy bien decorada con gravados y esculturas. Solamente tenía salida por
una puerta de madera vieja que se encontraba cerrada con llave.
-¡La culpa
es del Encargado!
-¡No me
miréis a mí! ¡La culpa ha sido de Carla!
-¿Cómo
dices, querido? Se te va la pinza Encargado. El que quitó las figuras de su
lugar fue Jorge.
-Tú no
hables mucho que se te corre el pintalabios- respondió Jorge con mucho
sarcasmo.
-¡Que sepas
que este pintalabios no se corre! ¡No lo compro en un todo a cien!
-Tú eres la
típica pija tonta que se preocupa más en gastar el dinero en su imagen que en
ahorrar y valorarlo. Quizás no lo sepas, pero no crece en los árboles.
-¡Si quiero
pasta la mando robar!
-¡Claro!
¡Cómo me robaste la Pokédex! No me puedo creer que no hiciera caso a Hipo.
-¡Yo no
robé tu asquerosa Pokédex! Yo ya tengo una y además de diseño. ¿Para qué quiero
una vulgaridad como la tuya?
-Seguro que
para venderla por ahí. ¡Es una antigüedad de mi familia!
-Pues como
más razón, querido. ¿Algo del siglo pasado? Solo tú eres tan tonto de usar una
Pokédex que se fabricó cuando todavía no se había descubierto América.
En ese
momento Jorge se abalanzó sobre Carla y la agarró por las solapas del traje,
ahora sucio, que llevaba. Lo más extraño fue que Carla no hizo nada, solamente
le guiñó un ojo a Jorge.
-¡Ya
basta!- gritó el Encargado agarrando por el brazo a Carla.
-¡IIIAAA!-
Carla hizo su famosa llave. El Encargado hizo un giro de trescientos ochenta
grados con la mano de Carla como centro y aterrizó duramente sobre el
embaldosado suelo, perdiendo la consciencia- Por un momento pensé que me ibas a
pegar de verdad, querido- Carla se sacudió el traje y se amoldó el pelo.
-No
entiendo nada. ¿No se supone que esta es la mala?- Josep no tenía muy claro lo
que ocurría.
-Carla y yo
llamamos al Jefe Rock- Miguel fue el primero en explicar lo sucedido- Teníamos
el plan de infiltrarnos en el Equipo Rock y destruirlo desde dentro.
-Pero no
podíamos deciros nada porque vuestra reacción ante esta gentuza no sería creíble.
Miguel y yo lo teníamos todo planeado. Menos que vosotros no os dierais cuenta
de lo que pasaba, querido.
-Vuestra
reacción fue demasiado verdadera. Era evidente que no visteis lo que ocurría de
verdad.
Jorge y Raúl
no sabían que decir. El primero se decidió por hablar.
-Os dijimos
cosas muy feas. Y ahora te he hablado de muy malas maneras.
-Nosotros
creíamos que nos habíais mentido. No teníamos ni idea de que teníais un plan.
-No os
preocupéis, queridos, yo también me hubiera enfadado en vuestro lugar.
-¿Entonces
sois de los buenos?
-En efecto,
querido. Por cierto, ¿qué haces tú aquí? ¿No eres el chico ese del Bosque
Verdinegro?
-Sí, soy
yo. ¿Seguro que sois de fiar?
-Claro,
querido, a ver quien ha dejado sin sentido a este. Oye, ¿y dónde está Hipo?
-Al entrar
nos encontramos con una trampa y ella cayó en ella.
-¡¿Ha
muerto?!
-¡NO!-
gritaron los tres chicos.
-Pues no
eres exagera tú ni nada.
-Le
perdimos la pista en aquel sitio al principio del pasillo de la puerta pero
seguro que está bien. Yo confío en que no le ha pasado nada. Ahora debemos
pensar cómo salir de aquí.
-Esta
puerta está totalmente cerrada. Es imposible abrirla- Miguel lo comprobó con
sus propias manos.
-A mí esto no
me da buena espina. Seguro que pasa algo malo.
![]() |
Uno de los Murkrow atacantes |
Justo tras
decir esto, como si el destino hubiera oído las palabras de Carla, los relieves
de las paredes se rompieron, dando paso a una bandada de Murkrow y un gran
número de Gastly y Duskull.
-¡¡AH!!
Comenzaron
a atacar al grupo, otra vez unidos.
-Adelante
Spheal, Pistola Agua.
-Vamos
Poliwhirl, usa Burbujas.
-Tú también
Salamence- Josep no se iba a quedar atrás- Dragoaliento.
-Querida
Misdreavus, ayúdame con Bolas Sombra.
Pero estos
ataques eran inútiles. Por cada pokémon que debilitaban salian otros tantos.
-¡No paran
de salir, queridos!
-¡Adelante
Machoke! ¡Arranca la puerta!- ordenó Josep señalándola con el dedo índice.
Los
acribillados entrenadores pasaron a la estancia de al lado y colocaron la
puerta otra vez.
-¡Spheal
Rayo Hielo para sellar la puerta! Eso nos dará algún tiempo.
La estancia
era muy pequeña y estaba muy deteriorada. Un pasillo se vislumbraba en frente
de ellos. Dudando un poco, lo siguieron.
Se
encontraron con una envejecida puerta al final del túnel. En ella había un
polvoriento cartel. Al limpiarlo Jorge con su manga pudo leer: “Guarida del
Equipo Cirio”
-¡Anda!
Creo que hemos dado con nuestro primer objetivo.
-¿Estabais
buscando nuestra guarida, queridos?
-Pues sí.
Pero nos topamos con la Gruta Sellada. ¿Cómo es posible que vuestra guarida
estuviera aquí abajo?
-Pues muy
fácil. Carla y yo encontramos la puerta de hierro de la Gruta. Nos equivocamos
y caímos donde habíamos estado.
-Nunca
dimos con la combinación correcta pero tampoco nos habían salido nunca todos
esos pokémon. Para nosotros el atril con las figuritas era como una llave para
entrar aquí abajo.
-Entonces
este es el famoso lugar donde no queríais que el Jefe Rock entrara.
-En el
fondo este lugar en concreto nos daba igual, querido. Lo que pasa es que él
quería dar con la combinación correcta de la Gruta Sellada.
-Descubrimos
mediante una investigación que el tesoro final es una antigua y extraña mesa que
concede deseos. Si cae en manos del Equipo Rock, algo malo sucederá. ¡Seguro!
-Eso aún
está por ver- una voz grave resonó en el pasillo. Era el Jefe Rock acompañado
del Encargado, que se frotaba la cabeza dolorido- todos se giraron y allí
vieron a las dos máximas posiciones del Equipo Rock- Me parece muy mal que nos
hayais traicionado. Pensé que habíais recapacitado.
-¡Nunca
estaremos junto a vosotros!
El
Encargado corrió hacía Carla.
-¡Eh!-
Jorge se interpuso, poniendo su mano en el pecho del Encargado para frenarlo-
Ni se te pase por la mente tocarlos.
-¿Ahora la
defiendes? Muy bien. Adelante Trapinch- el Encargado pensaba vengar su chichón
por las malas.
-Vamos
Porygon.
-¡Trapinch
Bucle Arena!
-Porygon
Protección- el torbellino del desierto solo afectó a los presentes en el
pasillo- ¡Psicorrayo!
Trapinch
rodó por el suelo de piedra tras recibir el rayo multicolor de energía
psíquica.
-¡Trapinch
Hiperrayo!
-¡Porygon
esquivalo!
Todos tuvieron
que esquivar el ataque de Trapinch que produjo un gigantesco boquete en la
pared donde se encontraba la puerta de la guarida.
-Hiperrayo
necesita unos minutos para recargarse. Porygon Psicorrayo.
-¡Trapinch está
fuera de combate!- celebraron sus amigos.
-Me temo
que tendré que tomar el mando como siempre- el jefe Rock sacó dos ball de su
bolsillo- Adelante Aggron y Skarmory.
-Yo te
ayudo querido. Adelante Loudred.
-<<Aggron pokémon de tipo Acero-Roca y
evolución de Larion. Aggron tiene en su cabeza cuernos de acero que le permiten
excavar en túneles para buscar su mayor fuente de alimento: el hierro>>
-<<Skarmory
Pokémon de tipo Acero-Volador. Resulta sorprendente su agilidad, ya que su cuerpo está recubierto
por un pesado armazón de hierro. Sus alas son huecas y ligeras, lo que le
permite volar libremente>>
![]() |
Aggron del Jefe Rock |
-La información
nunca sobra querido.
-De poco os
va a servir- señaló tajante el Jefe Rock- ¡Aggron Cola Férrea, Skarmory Ala de
Acero!
Loudred
saltó para esquivar la cola pesada de Aggron y Porygon se apartó de la
trayectoria de Skarmory.
-Porygon
Rayo.
-Loudred Destructor.
-¡Aggron
Llamarada!
-¡¡Porygon
Protección!!
La barrera
creada por el pokémon cibernético no pudo hacer frente aquel poderosísimo
ataque. Porygon se encontraba debilitado, al igual que Loudred.
-Es muy
fuerte. Vuelve Porygon, adelante Cynda.
-Vuelve
querido Loudred. Jorge, no nos podemos rendir. Adelante Misdreavus.
-Skarmory
Eco Metálico.
![]() |
Skarmory del Jefe Rock |
-Aggron
Cola Férrea.
Jorge
corrió hacia su pokémon, lo tomó y derrapó por el suelo esquivando la cola por
debajo mientras que Carla empujó a Misdreavus y a continuación ella se agachó.
-Cuando os
lo ponen difícil os bloqueáis- el Jefe Rock se rio a viva voz.
-Eso está
por ver. ¡Cynda Lanzallamas!
-¡Misdreavus
Psícorrayo!
Skarmory cayó
debilitado pero Aggron se puso en pie con un ligero temblor. Jorge y Carla no
se rindieron y continuaron juntos contra el Jefe Rock.
-¡Cynda
Lanzallamas!
-¡Misdreavus
Bola Sombra!
Aggron
esquivó el primer ataque y destruyó el segundo con Garra Metal.
-¡Imposible!
-¡Aggron
Llamarada!
-¡NO!
Jorge,
Cynda, Carla y Misdreavus no podían evitar lo irremediable.
-¡Poliwhirl
Demolición!
-¡Zangoose
Garra Brutal!
-¡Machoke
Tajo Cruzado!
Aggron fue
bloqueado y su ataque desviado.
-Gracias,
queridos… Por los pelos…
-¡Esto no
ha acabado! ¡¡Aggron Hiperrayo!!
-¡Volved
todos!
-¡Adelante
Steelix!- gritó Miguel abriendo la poké ball- ¡A toda velocidad!
Todos los
pokémon regresaron a sus ball mientras Aggron cargaba. Jorge y los demás se
tiraron al suelo para esquivar el ataque y se montaron en Steelix que se metió
por el agujero creado con anterioridad por Aggron.
-¡¡AAH!!-
todos se agarraban como podían a la dura y fría cabeza de Steelix, que se movía
a gran velocidad, circulando por los pasillos y cegandolos con su cola.
Llegaron a
la puerta que Jorge había congelado. Steelix la arrolló como una hoja de papel,
atropellando a los pokémon que aún seguían allí.
La
serpiente de acero continuó con la huida y cuando el pasillo se acabó atravesó
una pared de piedra. Al otro lado se encontraba la estancia donde Hipotenusa
estaba recluida. Jorge la agarró y la subió a Steelix.
-¿Qué
haceis con estos?
-Es una larga
historia. Agarrate fuerte.
-Lo importante
es que somos de los buenos, querida.
Tras una
frenética y larga huida, llegaron de nuevo a la sala de la puerta maciza. El
atril estaba en su lugar y las figuritas esparcidas a su alrededor.
-Vuelve
Steelix. Gracias y descansa.
Todos se
miraron- ¿Las pongo?- consiguió articular Jorge.
-Espero que
vuestras conjeturas sean correctas, queridos. Pero si fallais no me importa.
Jorge
colocó una a una las piezas de piedra en los huecos del sol y de la luna. La
puerta se abrió con un chirrido oxidado y un gran destello cegó a nuestros
amigos.
-¿Qué es
eso?
Pero antes
que pudieran saber lo que era; Jorge, Hipo, Raúl, Carla, Miguel y Josep fueron
engullidos por el resplandor de la puerta.
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