v Capítulo 3: Ciudad Portada, el inicio de la Liga Batalla.
Nuestros amigos Jorge, Hipo, Raúl y Carla llegaron por fin a la primera isla de la Liga Batalla.
-Isla Carabela cuenta con cinco núcleos principales: Ciudad Portada, Pueblo Velada, Pueblo Timón, Pueblo Quilla y Ciudad Remo. En esta última se encuentra el gimnasio y donde tendremos que tomar otro barco para la próxima isla.
-Tenías razón el otro día Hipo. Tardaremos varios días en atravesar toda la isla.
-¿Y Pueblo Velada está muy lejos de aquí, querida? Leticia me dijo antes de irse que en ese pueblo se celebra un concurso pokémon y que allí podré inscribirme.
-Hablando de inscripciones. ¡Tengo que inscribirme para la Liga Batalla!
-Eso se puede hacer en el Centro Pokémon- apuntó Hipo consultando su libro- No está muy lejos del puerto.
El imponente Centro Pokémon de Ciudad Portada era uno de los edificios más altos ya que las estructuras de la ciudad estaban construidas principalmente con madera.
-Bienvenidos al Centro Pokémon de Ciudad Portada. ¿Qué deseáis?
-Me gustaría inscribirme para la Liga Batalla.
-Claro. No tardaré mucho. Dame tu Pokédex- la enfermera pokémon introdujo la Pokédex de Jorge en la ranura de su ordenador. De inmediato en el monitor salieron los datos de Jorge y los tres pokémon que poseía en este momento- Pues ya está hecho. Ya eres un participante de la Liga Batalla.
-¡Bien! Muchas gracias.
-De nada. Aquí tienes tu Pokédex.
Cuando salían del Centro Pokémon se toparon con un joven entrenador acompañado de un Nuzleaf que no parecía que le hiciera mucho caso.
-Vamos Nuzleaf, debemos entrenar. Usa tu Hoja Afilada- el pokémon se sentó en el suelo- ¡Que desastre!
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| Nuzleaf de Roberto |
-Hola. ¿Necesitas ayuda?- Jorge no dudo en ofrecer su ayuda al entrenador.
-Pues no me vendría mal…
-Me llamo Jorge.
-Yo soy Roberto y este es mi Nuzleaf.
-Mi nombre es Hipotenusa pero puedes llamarme Hipo.
-Encantado soy Raúl.
-Y yo me llamo Carla.
-¿Qué le ocurre a tu Nuzleaf? ¿Por qué no te obedece?
-Nuzleaf fue mi primer pokémon cuando solo era un Seedot. Entrenamos y combatimos mucho pero siempre perdíamos. En nuestra primera y única victoria evolucionó a Nuzleaf. Esto ocurrió hace pocos días y desde entonces no me obedece.
-Quizás esté enfermo.
-Pues menuda ayuda eres tú…- apuntó Hipo con derrota- Este Nuzleaf está muy bien cuidado y se le ve muy sano. Yo creo que su falta de atención a lo que dice Roberto se debe a una falta de confianza en vosotros mismos.
-¿Tú crees Hipo?
-Yo también pienso eso, querido. Tus preocupaciones son las preocupaciones de tus pokémon. Si tú estás distante o distraído en otras cosas ellos se dan cuenta y reaccionan de este modo.
-¿Qué te parece si mis pokémon y yo combatimos contigo?
-Es una buena idea Raúl. Así veremos mejor que le ocurre a Nuzleaf.
En una calle bastante ancha y poco transitada se disputaría el combate de prueba. Hipo asumió las funciones de árbitro.
-Será un combate de un pokémon. Podéis comenzar.
-Vamos Nuzleaf- con cierta pasividad se colocó en su posición.
-Adelante Treecko.
-¡Vaya! ¡El Treecko de Raúl es azul!
-Esa misma sorpresa nos llevamos nosotros cuando lo vimos salir del huevo.
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| Treecko brillante de Raúl |
-Pero ahora se le ve mucho más fuerte. Se ve que habéis hecho un entrenamiento duro, querido.
-El combate puede dar comienzo.
-Nuzleaf Hoja Afilada- pero el pokémon no hizo nada.
-Probemos empezando nosotros. Treecko Recurrente.
-Nuzleaf esquiva las semillas- Nuzleaf ignoró a su entrenador y prefirió usar su Viento Cortante para deshacerse del Recurrente.
-Pues ese Viento Cortante no ha estado nada mal.
-Nuzleaf golpea a Treecko con Finta… ¡No es el momento de una siesta!
-Treecko Ataque Rápido.
-Pues para no hacer caso, esquiva los ataques a una velocidad de vértigo.
-Por favor Nuzleaf usa Viento Cortante.
-Ahora usa Hoja Afilada. Este Nuzleaf está muy mal enseñado.
Un extraño hombre pasó corriendo por el medio de la improvisada pista y cogió a los dos pokémon. A continuación se rió energéticamente y los metió en una bolsa.
-¡Eh! ¡Esos pokémon no son tuyos!
-¡Devuélveme mi Nuzleaf!
-¡Y mi Treecko!
-¡Ay dios! ¡Pero si eres tú! ¡¡El macarra de Caroshm!!
-¡Tengo nombre niñatos! ¡Me llamo Santi!
-¿Ese es tu nombre, querido? Pues ni idea…
-¡¡Seréis…!!
-El nombre es lo de menos. ¿Ahora te dedicas a robar pokémon?
-Tomar prestado, si no te importa. Mi nuevo trabajo consiste en conseguir pokémon para entrenadores muy importantes por una suma de dinero. Como no me apetece buscarlos y capturarlos pues os los robo a vosotros- Santi se dispuso a salir corriendo con su botín.
-¡Tú no vas a ningún lado! Adelante Pidgeot, Tornado.
-¡¡AAAH!!- el macarra salió por los aires debido al remolino de aire. Treecko y Nuzleaf consiguieron salir de la bolsa- ¡Sois míos! Ayudadme Houndour y Pupitar.
-Treecko Recurrente.
-Venga Nuzleaf un Hoja Afilada.
Los dos pokémon planta consiguieron acabar de inmediato con Pupitar.
-¡Nuzleaf ha obedecido a Roberto!
-Regresa Pupitar, inútil. Houndour acaba con esas dos malas hierbas. Utiliza tu ataque Lanzallamas.
-¡Esquivadlas!- gritaron al mismo tiempo Raúl y Roberto.
-¡Menuda forma de eludir el Lanzallamas! ¡Ha sido increíble!
-¡Treecko Ataque Rápido!
-¡Nuzleaf Finta!
Houndour fue apaleado por los dos pokémon.
-¡¿No puedes seguir?! ¡¿Pero por qué sois tan inútiles?!
-¿Tú no tenías un Combusken, macarra?
-Ya no. Lo he dejado en casa de mi abuela Arra. Iba a dejarlo con el Profesor Galache, aprovechando que no estabais vosotros para molestarme, pero un Vigoroth y un Elekid me lo impidieron… ¡¿Y por qué os tengo que dar explicaciones a vosotros?!- Santi huyó por una de las calles perpendiculares a la que se encontraban.
-Me parece que lo vamos a ver más de una vez…- señaló Hipo con abatimiento.
Roberto abrazó a Nuzleaf elevándolo por encima de su cabeza- ¡Has estado genial Nuzleaf! ¡Sabía que eras un gran pokémon!
-La parte positiva de este intento de robo ha sido que por fin Nuzleaf ha vuelto a confiar en ti.
-Y también gracias a vosotros. Vuestra forma de compenetración con los pokémon es impresionante y me ha servido para comprender mejor a Nuzleaf y también para recuperar nuestro lazo de amistad- agradeció Roberto a nuestros amigos.
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