miércoles, 9 de febrero de 2011

HISTORIA 1.0, Capitulo 33

Enlace Capítulo 32

Capítulo 33: El interior de la Gruta Sellada. La puerta se abre.

-Menos mal que las sabías poner Miguel.
Jorge y Raúl junto a Josep y los tres integrantes del Equipo Rock, el Encargado, Carla y Miguel, se habían despertado después del duro aterrizaje en una estancia también muy bien decorada con gravados y esculturas. Solamente tenía salida por una puerta de madera vieja que se encontraba cerrada con llave.
-¡La culpa es del Encargado!
-¡No me miréis a mí! ¡La culpa ha sido de Carla!
-¿Cómo dices, querido? Se te va la pinza Encargado. El que quitó las figuras de su lugar fue Jorge.
-Tú no hables mucho que se te corre el pintalabios- respondió Jorge con mucho sarcasmo.
-¡Que sepas que este pintalabios no se corre! ¡No lo compro en un todo a cien!
-Tú eres la típica pija tonta que se preocupa más en gastar el dinero en su imagen que en ahorrar y valorarlo. Quizás no lo sepas, pero no crece en los árboles.
-¡Si quiero pasta la mando robar!
-¡Claro! ¡Cómo me robaste la Pokédex! No me puedo creer que no hiciera caso a Hipo.
-¡Yo no robé tu asquerosa Pokédex! Yo ya tengo una y además de diseño. ¿Para qué quiero una vulgaridad como la tuya?
-Seguro que para venderla por ahí. ¡Es una antigüedad de mi familia!
-Pues como más razón, querido. ¿Algo del siglo pasado? Solo tú eres tan tonto de usar una Pokédex que se fabricó cuando todavía no se había descubierto América.
En ese momento Jorge se abalanzó sobre Carla y la agarró por las solapas del traje, ahora sucio, que llevaba. Lo más extraño fue que Carla no hizo nada, solamente le guiñó un ojo a Jorge.
-¡Ya basta!- gritó el Encargado agarrando por el brazo a Carla.
-¡IIIAAA!- Carla hizo su famosa llave. El Encargado hizo un giro de trescientos ochenta grados con la mano de Carla como centro y aterrizó duramente sobre el embaldosado suelo, perdiendo la consciencia- Por un momento pensé que me ibas a pegar de verdad, querido- Carla se sacudió el traje y se amoldó el pelo.
-No entiendo nada. ¿No se supone que esta es la mala?- Josep no tenía muy claro lo que ocurría.
-Carla y yo llamamos al Jefe Rock- Miguel fue el primero en explicar lo sucedido- Teníamos el plan de infiltrarnos en el Equipo Rock y destruirlo desde dentro.
-Pero no podíamos deciros nada porque vuestra reacción ante esta gentuza no sería creíble. Miguel y yo lo teníamos todo planeado. Menos que vosotros no os dierais cuenta de lo que pasaba, querido.
-Vuestra reacción fue demasiado verdadera. Era evidente que no visteis lo que ocurría de verdad.
Jorge y Raúl no sabían que decir. El primero se decidió por hablar.
-Os dijimos cosas muy feas. Y ahora te he hablado de muy malas maneras.
-Nosotros creíamos que nos habíais mentido. No teníamos ni idea de que teníais un plan.
-No os preocupéis, queridos, yo también me hubiera enfadado en vuestro lugar.
-¿Entonces sois de los buenos?
-En efecto, querido. Por cierto, ¿qué haces tú aquí? ¿No eres el chico ese del Bosque Verdinegro?
-Sí, soy yo. ¿Seguro que sois de fiar?
-Claro, querido, a ver quien ha dejado sin sentido a este. Oye, ¿y dónde está Hipo?
-Al entrar nos encontramos con una trampa y ella cayó en ella.
-¡¿Ha muerto?!
-¡NO!- gritaron los tres chicos.
-Pues no eres exagera tú ni nada.
-Le perdimos la pista en aquel sitio al principio del pasillo de la puerta pero seguro que está bien. Yo confío en que no le ha pasado nada. Ahora debemos pensar cómo salir de aquí.
-Esta puerta está totalmente cerrada. Es imposible abrirla- Miguel lo comprobó con sus propias manos.
-A mí esto no me da buena espina. Seguro que pasa algo malo.
Uno de los Murkrow
atacantes
Justo tras decir esto, como si el destino hubiera oído las palabras de Carla, los relieves de las paredes se rompieron, dando paso a una bandada de Murkrow y un gran número de Gastly y Duskull.
-¡¡AH!!
Comenzaron a atacar al grupo, otra vez unidos.
-Adelante Spheal, Pistola Agua.
-Vamos Poliwhirl, usa Burbujas.
-Tú también Salamence- Josep no se iba a quedar atrás- Dragoaliento.
-Querida Misdreavus, ayúdame con Bolas Sombra.
Pero estos ataques eran inútiles. Por cada pokémon que debilitaban salian otros tantos.
-¡No paran de salir, queridos!
-¡Adelante Machoke! ¡Arranca la puerta!- ordenó Josep señalándola con el dedo índice.
Uno de los Gastly atacantes     
-¡Volved!- todos los pokémon, excepto Spheal, regresaron a las ball.
Los acribillados entrenadores pasaron a la estancia de al lado y colocaron la puerta otra vez.
-¡Spheal Rayo Hielo para sellar la puerta! Eso nos dará algún tiempo.
La estancia era muy pequeña y estaba muy deteriorada. Un pasillo se vislumbraba en frente de ellos. Dudando un poco, lo siguieron.
Se encontraron con una envejecida puerta al final del túnel. En ella había un polvoriento cartel. Al limpiarlo Jorge con su manga pudo leer: “Guarida del Equipo Cirio”
-¡Anda! Creo que hemos dado con nuestro primer objetivo.
-¿Estabais buscando nuestra guarida, queridos?
-Pues sí. Pero nos topamos con la Gruta Sellada. ¿Cómo es posible que vuestra guarida estuviera aquí abajo?
-Pues muy fácil. Carla y yo encontramos la puerta de hierro de la Gruta. Nos equivocamos y caímos donde habíamos estado.
-Nunca dimos con la combinación correcta pero tampoco nos habían salido nunca todos esos pokémon. Para nosotros el atril con las figuritas era como una llave para entrar aquí abajo.
-Entonces este es el famoso lugar donde no queríais que el Jefe Rock entrara.
-En el fondo este lugar en concreto nos daba igual, querido. Lo que pasa es que él quería dar con la combinación correcta de la Gruta Sellada.
-Descubrimos mediante una investigación que el tesoro final es una antigua y extraña mesa que concede deseos. Si cae en manos del Equipo Rock, algo malo sucederá. ¡Seguro!
-Eso aún está por ver- una voz grave resonó en el pasillo. Era el Jefe Rock acompañado del Encargado, que se frotaba la cabeza dolorido- todos se giraron y allí vieron a las dos máximas posiciones del Equipo Rock- Me parece muy mal que nos hayais traicionado. Pensé que habíais recapacitado.
-¡Nunca estaremos junto a vosotros!
El Encargado corrió hacía Carla.
-¡Eh!- Jorge se interpuso, poniendo su mano en el pecho del Encargado para frenarlo- Ni se te pase por la mente tocarlos.
-¿Ahora la defiendes? Muy bien. Adelante Trapinch- el Encargado pensaba vengar su chichón por las malas.
-Vamos Porygon.
-¡Trapinch Bucle Arena!
-Porygon Protección- el torbellino del desierto solo afectó a los presentes en el pasillo- ¡Psicorrayo!
Trapinch rodó por el suelo de piedra tras recibir el rayo multicolor de energía psíquica.
-¡Trapinch Hiperrayo!
-¡Porygon esquivalo!
Todos tuvieron que esquivar el ataque de Trapinch que produjo un gigantesco boquete en la pared donde se encontraba la puerta de la guarida.
-Hiperrayo necesita unos minutos para recargarse. Porygon Psicorrayo.
-¡Trapinch está fuera de combate!- celebraron sus amigos.
-Me temo que tendré que tomar el mando como siempre- el jefe Rock sacó dos ball de su bolsillo- Adelante Aggron y Skarmory.
-Yo te ayudo querido. Adelante Loudred.
-<<Aggron pokémon de tipo Acero-Roca y evolución de Larion. Aggron tiene en su cabeza cuernos de acero que le permiten excavar en túneles para buscar su mayor fuente de alimento: el hierro>>
-<<Skarmory Pokémon de tipo Acero-Volador. Resulta sorprendente su agilidad, ya que su cuerpo está recubierto por un pesado armazón de hierro. Sus alas son huecas y ligeras, lo que le permite volar libremente>>
Aggron del Jefe Rock
-La información nunca sobra querido.
-De poco os va a servir- señaló tajante el Jefe Rock- ¡Aggron Cola Férrea, Skarmory Ala de Acero!
Loudred saltó para esquivar la cola pesada de Aggron y Porygon se apartó de la trayectoria de Skarmory.
-Porygon Rayo.
-Loudred Destructor.
-¡Aggron Llamarada!
-¡¡Porygon Protección!!
La barrera creada por el pokémon cibernético no pudo hacer frente aquel poderosísimo ataque. Porygon se encontraba debilitado, al igual que Loudred.
-Es muy fuerte. Vuelve Porygon, adelante Cynda.
-Vuelve querido Loudred. Jorge, no nos podemos rendir. Adelante Misdreavus.
-Skarmory Eco Metálico.
Skarmory del Jefe Rock
El intenso chirrido dejó aturdidos a los dos pokémon y también al grupo de amigos.
-Aggron Cola Férrea.
Jorge corrió hacia su pokémon, lo tomó y derrapó por el suelo esquivando la cola por debajo mientras que Carla empujó a Misdreavus y a continuación ella se agachó.
-Cuando os lo ponen difícil os bloqueáis- el Jefe Rock se rio a viva voz.
-Eso está por ver. ¡Cynda Lanzallamas!
-¡Misdreavus Psícorrayo!
Skarmory cayó debilitado pero Aggron se puso en pie con un ligero temblor. Jorge y Carla no se rindieron y continuaron juntos contra el Jefe Rock.
-¡Cynda Lanzallamas!
-¡Misdreavus Bola Sombra!
Aggron esquivó el primer ataque y destruyó el segundo con Garra Metal.
-¡Imposible!
-¡Aggron Llamarada!
-¡NO!
Jorge, Cynda, Carla y Misdreavus no podían evitar lo irremediable.
-¡Poliwhirl Demolición!
-¡Zangoose Garra Brutal!
-¡Machoke Tajo Cruzado!
Aggron fue bloqueado y su ataque desviado.
-Gracias, queridos… Por los pelos…
-¡Esto no ha acabado! ¡¡Aggron Hiperrayo!!
-¡Volved todos!
-¡Adelante Steelix!- gritó Miguel abriendo la poké ball- ¡A toda velocidad!
Todos los pokémon regresaron a sus ball mientras Aggron cargaba. Jorge y los demás se tiraron al suelo para esquivar el ataque y se montaron en Steelix que se metió por el agujero creado con anterioridad por Aggron.
-¡¡AAH!!- todos se agarraban como podían a la dura y fría cabeza de Steelix, que se movía a gran velocidad, circulando por los pasillos y cegandolos con su cola.
Llegaron a la puerta que Jorge había congelado. Steelix la arrolló como una hoja de papel, atropellando a los pokémon que aún seguían allí.
La serpiente de acero continuó con la huida y cuando el pasillo se acabó atravesó una pared de piedra. Al otro lado se encontraba la estancia donde Hipotenusa estaba recluida. Jorge la agarró y la subió a Steelix.
-¿Qué haceis con estos?
-Es una larga historia. Agarrate fuerte.
-Lo importante es que somos de los buenos, querida.
Tras una frenética y larga huida, llegaron de nuevo a la sala de la puerta maciza. El atril estaba en su lugar y las figuritas esparcidas a su alrededor.
-Vuelve Steelix. Gracias y descansa.
Todos se miraron- ¿Las pongo?- consiguió articular Jorge.
-Espero que vuestras conjeturas sean correctas, queridos. Pero si fallais no me importa.
Jorge colocó una a una las piezas de piedra en los huecos del sol y de la luna. La puerta se abrió con un chirrido oxidado y un gran destello cegó a nuestros amigos.
-¿Qué es eso?
Pero antes que pudieran saber lo que era; Jorge, Hipo, Raúl, Carla, Miguel y Josep fueron engullidos por el resplandor de la puerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario